sábado, 17 de marzo de 2007

Humildad vs. soberbia

Virtud vs. Pecado, toda una contradicción, los opuestos. Quienes están a favor de vivir una vida virtuosa, alcanzarán al Reino de Dios, mas sin embargo si escoges vivir en pecado, por el contrario vivirás eternamente añorando contemplar la Gloria de Dios. Él nos hizo libres porque nos ama y por eso te ha dado a escoger entre vivir según sus enseñanzas o vivir una vida desenfrenada, llena de pasiones y deseos de la carne.
Ahora bien, ¿qué significa humildad?. Humildad es una palabra que viene del latín humilitas, abajarse; de humus (tierra). Según la Real Academia Española se define como la virtud moral por la que el hombre reconoce sus debilidades, cualidades y capacidades los cuales debe aprovechar para el bien de los demás y no en beneficio propio. La soberbia en cambio es una palabra que viene del latín superbium. Este término tiene una connotación positiva y es sinónimo de lo óptimo. El otro significado en cambio consiste en que la persona tiene una estima exagerada de sí mismo, yendo por encima de los demás.
Me agrada comenzar a hablar de las cosas buenas y verdaderas, de manera que quiero hablarles sobre lo que pienso de la humildad. La humildad es una virtud y con las virtudes no se nace, pues son un regalo de Dios, esto es cosa sabida por los religiosos y laicos; mayormente los que viven la fe en Cristo Crucificado. Sin embargo, el niño(a) cuando está en ese proceso de aprendizaje, por naturaleza tiende a ser egoísta. No es sino conforme va creciendo que comienza a darse cuenta, que tiene que ceder en algunas cosas, tiene que aprender a darse a los demás y es en ese preciso momento que se da cuenta, que siendo humilde, se le acercan más personas, comienza a tener muchos amigos y a ser aceptado por los demás; que representan su comunidad. La humildad cuando se aprende a vivir con ella te da Paz, la misma que viene de Dios y no del hombre. Volviendo a ese niño(a) , sino tiene unos padres conscientes del valor de esta virtud (la humildad), comenzará a vivir confundido, a tener un concepto aberrado de las cosas, no va a caer bien, ya que todo el tiempo, sus actos girarán en torno a lo que quiere y necesita para satisfacerse. El resultado será que los demás comenzarán a darle de codo y quizás los pocos amigos que tenga vivirán en su misma condición o simple y sencillamente estará solo.
Según distintas fuentes cristianas están de acuerdo en que la representación perfecta de la humildad es Jesucristo. Él dijo: “aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. Jesús siendo Dios, vivió en el anonimato por espacio de 30 años aproximadamente y tres en vida pública, dando muestras y predicando constantemente la vida en humildad. Jesús vivió haciendo la voluntad de Dios Padre y no la suya, para darnos ejemplo. Se corría la voz de sus milagros y su Palabra de Vida, lo buscaban y el seguía en otra dirección evitando las multitudes. Su vida entera fue una constante enseñanza de humildad, piensa por un momento, Dios hecho hombre… todas las cosas que harías, mas sin embargo el no hacía alarde de eso, ni tan solo cuando estuvo en el desierto 40 días en ayuno y oración y fue tentado por Satanás, pienso que pudo mandarlo a paseo si hubiese querido, pero no fue así. El momento de la Pasión, qué amigo hace por ti lo que Él y nosotros nos atrevemos a especular sobre su vida… Nos dijo que si queríamos llegar a ser hijos de Dios, sólo tenemos que seguir sus enseñanzas, que lo imitemos. Difícil planteamiento para aquellos cuya vida es vivir pasiones desenfrenadas, una vida sin sentido.
Jesús nos enseñó que hay que vivir en bien de los demás, servir a los demás, puesto que si haces esto, entonces Dios, que conoce tu corazón, sin necesidad de decir palabras en lo secreto te premiará. Si aprendes a vivir siendo humilde significa que en este punto te conoces a ti mismo, tus cualidades, defectos y aceptas lo que eres. En otras palabras aceptas “tu paquete” sin sentirte apenado. Ser humilde y no lo confundas, no es sinónimo de no estar orgulloso de lo que eres, lo negativo es el que menosprecies a los demás y te creas superior a los demás (Fraga, 2007).El hombre humilde corrige sus errores aunque el proceso le duela, en cambio el soberbio no cree haber hecho algo incorrecto y entiende que está bien.
Comparto contigo algunos pasajes bíblicos que resaltan este modo de ser: Filipenses2,3-4,Lucas 9,48 y Mateo 5,3 entre otros. Tenemos que reconocer que somos seres inferiores a Dios, cuan pequeños somos. La soberbia del hombre hoy día es tal, que queremos de todas maneras hacer pensar a los demás que Jesús compartió nuestras debilidades y deseos carnales, ejemplo de esto lo tienes en la película del Código de Da Vinci. Con mucho respeto, en mi opinión y en defensa de lo que creo, me atrevo hacer este comentario. Si te habrás dado cuenta, aún no escribo sobre la soberbia, pues aquí vamos…, los soberbios son aquellos que viven en el pecado, sumergidos en una vida desenfrenada, sin control de sus actos, orgullo desmesurado, vanagloria de sí mismo, esos que te dicen “no seas p_ _d_ _ _o”, “eso no es nada malo, malo es…”Lo escuchas a cada rato. La soberbia es considerada por la iglesia Católica el peor de los pecados capitales, la raíz misma del pecado. Cuando Lucifer, el ángel más hermoso del Reino de Dios, le entró egoísmo y envidia de Dios y se revela (Fraga, 2007). Si aspiras a ganarte la Salvación, deberás optar por vivir de forma diferente, una que agrade a Dios. Los que viven en la soberbia miden constantemente a los demás por lo que tienen, o lo que puedes dar a cambio, aquellos que buscan amistades en beneficio propio, buscan su propia satisfacción, no les importa si su forma de vida afecta la tuya. El soberbio es muy susceptible a comentarios en torno a su persona, le molesta las críticas, salta ante la más leve corrección, se irrita con facilidad, le gusta escucharse, siempre tiene algo que correjirle a los demás. El que vive siendo orgulloso, soberbio, termina sólo en la vida y enfermo del alma. Estamos los que nos encontramos a medio camino entre vivir en humildad o una vida llena de orgullo desmedido, y por lo general, optamos por el lado de la balanza que al final de cuentas nos reconforta y en nuestro fuero interno nos sentimos bien. ¿Qué piensas de la humanidad en general?¿Es una humanidad que vive emulando la vida de Jesucristo, al servicio de los demás o en cambio es una Humanidad que mira con desdén el dolor ajeno, pues de lo contrario no existiría la pobreza y viviríamos en Paz.

12 comentarios:

Andrés Rodríguez dijo...

Humildad vs soberbia, dos polos opuestos sin lugar a dudas. El primero , la humildad. Personas sencillas admiradas y respetadas por los demás. En un mundo de tanta competencia tan lleno de envidia, egoísmo, materialismo, donde para muchos lo importante es cuánto tengo, hasta dónde llegué, y tratar de salir sobre los demás. Pero hay una cualidad que nos hace tan diferentes a estas personas, esa es la humildad. El mismo Jesús nos dio el ejemplo para que fuéramos humildes, al nacer en un pesebre. La humildad no depende de las clase social ni de tus logros personales, depende del compromiso de la persona consigo mismo y con la sociedad. Tenemos el caso de Pachín Vicents, un jugador de baloncesto, que en unas olimpiadas fue seleccionado como el mejor jugador del mundo. Esto no le subió su ego y cuando le abordaban sobre el tema para que comentara sobre esa distinción se limitaba a guardar silencio y pedía que le preguntaran sobre otro tema, demostrando de esta manera su humlidad. Después de su muerte, se comentaba de lo grande que fue como baloncelista, pero los comentarios mayores eran de lo grande que fue como ser humano, demostrando su humildad dondequiera que iba.Tenemos también a la Madre Teresa de Calcuta, que con su humildad se entregó al servicio de los demás y vivió toda su vida buscando el bienestar de éstos. Estos son ejemplos que los seres humanos debemos emular y de esta forma contribuimos al bienestar de nuestra sociedad. No obstante, existen personas que son todo lo contrario, viven en un mundo del cual se creen dueños. Lo importante para ellos es el yo primero, yo segundo y yo tercero. Son personas arrogantes que quieren conseguirlo todo sin importarle el precio a cambio. Estas personas no son miradas con buenos ojos por la sociedad, ni aportan mucho al mejoramiento de la misma. No me gusta hablar mucho sobre este concepto de la soberbia, ya que como ser humano racional me preocupan las cosas que ocurren en el país y me gusta aportar para tratar de minimizarlas. Actuando con humildad podremos lograr muchas cosas. Mas pienso que una persona soberbia vive encerrado en su mundo pensando solamente en su bienestar sin importarle lo que sucede a su alrededor. Así que seamos siempre humildes y no pensemos en la soberbia.

Doris Vilma Rodríguez dijo...

Yolanda, eres un ser bien espiritual. La exposición del tema, la planteas teniendo como base las sagradas escrituras. Conoces de la biblia, medio que puedes utilizar para ayudar a muchas personas. El tema de la humildad vs. soberbia, lo comparo con la lucha del bien y el mal. Ambas son situaciones ante las que nos enfrentamos a diario como individuos y en nuestro caso como maestros. Trabajamos con estudiantes diariamente, entre los cuales muchas veces se puede observar las dos cualidades antes mencionada, una positiva y otra negativa. Es nuestro deber contribuir a que nuestros estudiantes desarrollen y fortalezcan valores que le ayuden a lidiar con las situaciones ante las que serán expuestos y de las que deben salir airosos.

En respuesta a las interrogantes que expones al final del texto, me atrevo a contestar que más del cincuenta por ciento de los seres humanos no siguen las enseñanzas de Jesús al pie de la letra. Tal vez estoy siendo benevolente y es más de un cincuenta por ciento. Vivimos en una sociedad materialista, consumerista, lo que muchas personas utilizan para alardear de lo que poseen. Lamentablemente, encontramos pocas personas realmente humildes. Cuando me refiere a ésta palabra, visualizo personas sencillas, dóciles y sumisas. Seres humanos que no presumen de lo que poseen y que son conformes con los bienes materiales y espirituales que les ha dado la vida. En cambio, las personas soberbias presumen de los bienes que poseen y en ocasiones de lo que no tienen.

Comparto tu pensamiento acerca de que las personas humildes logran tener más amistades. Por su forma de ser y proceder son personas agradables. Por el contrario, los individuos soberbios tienen muy pocas amistades o se rodean de seres inescrupulosos como ellos. Muchas veces las conductas de los niños soberbios son aprendidas de sus padres y en el aula escolar es necesario trabajar con la situación para que no afecten a sus compañeros. Además, podemos contribuir a que el niño que es soberbio comience a trabajar con su yo interior y modifique sus conductas. En nuestras manos está contribuir a lograr un futuro mejor.

Félix Morales dijo...

Comentario Sobre Humildad vs. Soberbia – Yolanda

Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados. Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás como siete: soberbia, avaricia, glotonería, lujuria, pereza, envidia, ira. San Buenaventura. El número siete fue dado por San Gregorio el Grande, y se mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media. Escritores anteriores enumeraban 8 pecados capitales. El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal.

La Soberbia es el principal de los pecados capitales. Es la cabeza de todos los restantes pecados. Recordemos que por esta falta, según la teología cristiana, el hombre fue expulsado del jardín del paraíso. Es una ofensa directa contra Dios, en cuanto el pecador cree tener más poder y autoridad que Dios. En general es definida como “amor desordenado de sí mismo”. Según Santo Tomás la soberbia es “un apetito desordenado de la propia excelencia”. Se considera pecado mortal cuando es perfecta, es decir, cuando se apetece tanto la propia exaltación que se rehúsa obedecer a Dios, a los superiores y a las leyes. Se trata de renunciar a Dios en cuanto es Verdad y sentido conductor de la existencia e instalarse a sí mismo como Verdad suprema e infalible y como fundamento de la acción humana. De la misma manera, y guardando las distancias, se aplica al respeto y a la consideración que los subordinados le deben a las autoridades legítimamente constituidas. De la soberbia se desprenden las siguientes faltas menores: La vanagloria: es la complacencia que uno siente de sí mismo a causa de las ventajas que uno. La Jactancia: falta de los que se esmeran en alabarse a sí mismos para hacer valer vistosamente su superioridad y sus buenas obra. El Fausto: consiste en querer elevarse por sobre los demás. La altanería y la ambición entre otros.


Por: Félix Morales

Carolina Calzada dijo...

Para nuestros estudiantes nosotros somos sus ejemplos máximos de cómo ser cuando ellos sean grandes, y si observan a una persona fría y soberbia eso es lo que van a aprender a ser. También la soberbia alejará a nuestros estudiantes, pues no permitirá que surjan y afloren sentimientos de amor, confianza y sosiego que ellos tanto necesitan.

El mejor ejemplo de humildad lo tenemos en nuestro Señor Jesucristo. Siempre el Señor estuvo predicando que para poder acercase al Reino de los Cielos se necesita humildad. Siendo Dios, pudo muy bien ser una persona que mirara en menos a los demás y ayudar sólo a aquellos que él conocía que serian quienes lo seguirían.

Un maestro debe seguir la misma enseñanza y modelo de existencia. Cuando queremos acercarnos a nuestros estudiantes tenemos que hacerlo en un marco de humildad porque así será la única manera de acercarnos a ellos y forjar un lazo sentimental positivo. Actualmente nuestros estudiantes están inmersos en varios problemas y circunstancias que les provoca un vacío de amor, cariño y comprensión.
Sin embargo para lograr esto el maestro debe de tener unos valor muy bien definidos y lo mejor de todo que sean valores positivos que ayuden a sus estudiantes. Una persona con valores es una persona humilde, no importa de que estrato de la sociedad sea, de que religión sea o de que ideología sea.


Cuando un profesor es soberbio, su trabajo es uno mediocre. Muchas veces los maestros subestiman a sus estudiantes y piensan que ellos no saben nada. Pero la realidad es que el estudiante reconoce la soberbia en el profesor y como efecto fatal de esto es que se desmotiva e incluso puede llegar a dejar la escuela.

Por tanto el maestro debe ser humilde, reconocer sus errores cuando los cometa y enmendarlos a tiempo. Brindando este ejemplo a sus estudiantes cada maestro podrá ayudar un mejor futuro para la sociedad y un mejor futuro para sus estudiantes.

La humildad es una cualidad que debe poseer todo maestro y educador. Muchos nacen con el, otros lo aprenden en el camino pero son pocos los que mantienen esta cualidad. El detalle de ser humilde no significa que nos dobleguemos y sometamos ante otros. Ser humilde significa aceptar a los demás tal y como son, aceptarse a uno mismo y reconocer que somos los pecadores que Jesucristo vino a buscar y somos los pecadores que sabemos pedir perdón y enmendar nuestros errores a tiempo.

Guirmar dijo...

Humildad vs Soberbia

Hablas de opuestos, en la virtud vs el pecado y la humildad vs soberbia. Son una verdadera contradicción que tenemos que saber escoger el camino que debemos seguir si el del pecado y la soberbia o la virtud y la humanidad.

Si lo comparamos como tú lo hiciste cada una representa a una persona. Esa persona es el ejemplo que todos debemos seguir. La Humildad es Jesucristo que es el verdadero camino a seguir. El otro ni se debe mencionar, no deberiamos nunca hablar sobre el, ni darle importancia.

Cada ser humano tiene sus virtudes, la humildad es una de las virtudes más preciosa que no todo ser humano posee. Así que exorto a que si tu no tienes esa virtud pidele a Papa Dios que te la de. Ya que él es la única persona que te la puede ofrecer.

Mis hermanos vamos a analizar este tema es un mensaje muy bonito y el de Yolanda es muy significativo. Te presenta los textos biblicos que te dicen la diferencia de la humildad y la soberbia.

Guirmar

Maggie dijo...

Verdaderamente una contradicción Virtud vs. Pecado pero toda una realidad en nuestro ambiente escolar. Ver quienes escogen una vocación como el magisterio, mas sin embargo si escoges vivir en la soberbia en el trato a sus estudiantes. Es una virtud la humildad y según las enseñanzas, y es un pecado la soberbia vivir una vida desenfrenada, llena de orgullos y maltrato a los estudiantes. Muy cierto presentas lo que significa, ¿qué significa humildad?. Humildad es una palabra que viene del latín humilitas, abajarse; de humus (tierra). Según la Real Academia Española se define como la virtud moral por la que el hombre reconoce sus debilidades, cualidades y capacidades los cuales debe aprovechar para el bien de los demás y no en beneficio propio. La soberbia en cambio es una palabra que viene del latín superbium. Este término tiene una connotación positiva y es sinónimo de lo óptimo. El otro significado en cambio consiste en que la persona tiene una estima exagerada de sí mismo, yendo por encima de los demás.
La humildad es una virtud, sin embargo, el niño(a) cuando está en ese proceso de aprendizaje, por naturaleza tiende a ser egoísta. No es sino conforme va creciendo que comienza a darse cuenta, que tiene que ceder en algunas cosas, tiene que aprender a darse a los demás y es en ese preciso momento que se da cuenta, que siendo humilde, se le acercan más personas, comienza a tener muchos amigos y a ser aceptado por los demás; que representan su comunidad. Pero que triste es ver a ese niño confundido en una sociedad donde comenzará a vivir en un ambiente entre sus compañeros que la humildad a veces la utilizan para maltratarlo y para defenderse de esto peleara con el mismo para ajustar ese nivel de humildad y que no se le confunda como tonto. También nos podemos encontrar con que ese niño para poder sobrevivir en la sociedad tenga que dejar un poco la humildad por tener miedo al rechazo del fuerte. Ahora de tener una alta autoestima no permitirá que nadie corrompa su virtud

Naty dijo...

Humildad vs. soberbia

La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le pertenecen.

Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos, el lugar donde trabaja.Exigirá un trato especial porque se cree distinto y mejor que los demas, habrá que evitar con cuidado herir su susceptibilidad... Su actitud dogmática en las conversaciones, sus intervenciones irónicas -no le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar él bien-, la tendencia a poner punto final a las conversaciones que surgieron con naturalidad, son manifestaciones de algo más profundo: un gran egoísmo que se apodera de la persona cuando ha puesto el horizonte de la vida en sí misma.

El soberbio, es aquel que no le importa los demas esta pendiente mas que del y lo demas no le importa. El humilde es el que le gusta ayudar y sevir a los demas, no busca reconocimiento, lo hace todo por que su deseo.

Es importante que nosotros aprendamos a valorarno y a valorar a los demas. No hacer las cosas por un interes sino que te salga del corazon.

Maria Porto dijo...

Pienso que el ser humano desde que nace está en una lucha continua entre el bien y el mal. Nuestra inclinación es hacia el pecado y todos los días de nuestra vida nos enfrentamos a tentaciones que tenemos que superar con la oración, los sacramentos y mucha fuerza de voluntad.Uno de esos pecados que tenemos que superar es la soberbia; esa actitud que nos hace creernos omnipotentes, superiores a Dios y por tanto nos impide ver nuestra fragilidad humana.La soberbia nos lleva a pensar que estamos por encima de los demás,menospreciando así a todos los que nos rodean y haciendo de nosotros seres infelices e incapaces de amar y de ser amados. Por el contrario la humildad es un don del espíritu, es una gracia infundida por Dios, pero hay que cultivarla.Es una virtud que consiste en el conocimiento de nuestras propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. La humildad nos lleva a la nobleza de espíritu y a la felicidad.La humildad combate el orgullo y la altivez.A veces pensamos que el ser humilde es bajar la cabeza ante los demás y dejarnos aplastar por todos, nada más lejos de la verdad. La humildad es reconocernos débiles y pecadores y reconocer que hay un ser superior a nosotros que nos dió la vida, que vivimos solo por él y para él.

Maria Porto dijo...

Humildad vs Soberbia

La humildad es una virtud moral, mientras que la soberbia es uno de los pecados capitales. La humildad es un don de Dios que nos hace grandes y nos hace dedicarnos al amor y al servicio sin desviarnos de la verdad. La humildad nos hace ver las cosas tal y como son; dejando a un lado las apariencias y la falsedad en que a veces vivimos.
La humildad perfecta: “Jesús” quien se encarnó, siendo Dios para sufrir y padecer por nosotros. Tenido por uno de tantos nunca buscó llamar la atención sobre sí mismo; sino que vivió haciendo la voluntad del Padre. Nadie tuvo ni tendrá jamás humildad comparable a la de Él. Siempre dispuesto a servirnos, a ayudarnos, a levantarnos de las caídas.
Y nosotros ¿vivimos encerrados en nuestro amor propio, en nuestro egoísmo desenfrenado, en nuestra soberbia sin fin? o ¿seguimos al Maestro en sus enseñanzas?. Estaremos dispuestos a servir desinteresadamente o vivimos proclamando los favores que hacemos a todos los vientos. La soberbia nos aparta de Dios. Muchas veces por el orgullo buscamos la superioridad ante los demás creyendo que esto nos hace más felices y no nos damos cuenta que como decía una querida amiga y compañera maestra: “poco es más.”
La soberbia lo aficiona todo. Donde hay un soberbio todo termina maltratado: la familia, los amigos, el lugar donde se trabaja, porque el soberbio exigirá un trato especial, su egoísmo es tan grande que ha puesto el horizonte de su vida en sí mismo sin importarle los que le rodean. La soberbia nos ciega y nos hace olvidar las cosas importantes de la vida.
La humildad por lo contrario nos dá alegría y apertura a los demás. San Juan de la Cruz aconsejaba: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor.” Todos en algún momento de nuestras vidas deseamos una palabra de aliento cuando algo va mal, comprensión cuando nos equivocamos, que se nos corrija de forma fraterna y que recen por nosotros; así que una maravillosa norma sería tratar a los demás como yo espero que me traten a mí. Vive según tu conciencia o acabarás pensando como vives.

gloria_sentimientos dijo...

Hola Yolanda

Dios en su Divina Misericordia nos hizo libre. Nos dio libre albedrío para hacer mi vida del modo que considere es la que más me agrado. Pero en el momento de escoger tengo que pensar que debe ser una vida plena en todo el sentido de la palabra. Cumpliendo con los mandatos que Nuestro Padre Celestial nos dio para el control de la misma.
Ha quienes llevan una vida desenfrenada, lo importante es satisfacer todos sus deseos no importa lo que tengan que pagar para obtener los mismos. Estas personas están llenas de soberbia, de orgullo mal medido. Porque es importante que tengas una alta autoestima pero no al grado que nos creamos mejor que nadie en el mundo y tengamos que humillar y despreciar a los demás. Las personas que tienen esta debilidad, la soberbia casi siempre están solas, porque para ellas, los demás son seres inferiores y nunca están de acuerdo con sus preferencias, deseos o modos de pensar de los demás. Nada de lo que tienen les satisface porque ambicionan cada día más y más, para lograr alcanzar lo que ellos consideran en su meta. Estar más arriba que los demás. Considero que este tipo de persona no es feliz y mucho menos podrá hacer feliz a los demás. Sin embargo, la humildad como tu dices son de los muchos regalos que Dios nos dio en el “paquete de talentos” que trajimos cuando nacimos. Es cuestión de hacer buen uso de ella. La humildad nos trae paz, salud física y mental porque nos sentimos tranquilos con nosotros mismos. Somos aceptados por los demás. Pero sobretodo estamos cumpliendo con los mandatos divinos. Podemos llegar a los demás, ayudarlos, orientarlos, demostrar mis talentos y capacidades sin tener que menospreciar a los demás.
La persona humilde puede alcanzar todo lo que desea, utilizando esta virtud, su forma de ser. Son en su mayoría personas inteligentes pero no se vanaglorian de sus atributos. La persona humilde se conoce por dentro y por fuera. Sabe lo que es capaz de hacer y cuales son sus debilidades por lo tanto no siente complejos. Se dan desinteresadamente. Tenemos que aprender a vivir con humildad para así alcanzar todo lo que nos proponemos.

Nancy Vélez dijo...

"Humildad vs. soberbia"
Yoly:

El ser humano no nace por naturaleza con todas las virtudes. En su desarrollo, son sus padres los que tienen la gran encomienda de instruirlos en la Palabra de Dios. Se forma su carácter y se desarrollan valores morales, éticos y espirituales. Los hogares donde el primado no lo tiene Dios, sino que lo denigran a un segundo plano, ese hogar será el prototipo de hijos desobedientes, desleales y sin el temor de Dios en sus corazones.

El materialismo desmedido aparta al hombre de la búsqueda intensa de la presencia de un Dios vivo y real. El afán por las cosas materiales le desvía de las cosas espirituales. Es menester tener un balance. Sabemos que ambas son importantes, pero por encima de las materiales, considero que el temor a Dios debe ser el ancla de nuestra fe y vocación por el reino de los cielos. ¿De qué nos sirven las riquezas, si en aquél gran día, perdemos la salvación y que seamos lanzados al lago de fuego eterno?

La persona que es humilde necesita de los demás. El soberbio, el orgulloso no necesita de nadie y por eso le vemos siempre solitario. Son repunantes y poco comunicativos. Suelen tener pocos amigos. Son desconfiados. No confían ni en ellos mismos. No tienen paz en sus corazones porque siempre están tramando cosas contra el prójimo y se sienten perseguidos y acosados. Están perturbados mentalmente. Son personas nerviosas y frías. Son secos y no les interesa el integrarse en las comunicaciones y diálogos. Viven como si Dios no existiera. Son un mundo a parte. Es lamentable encontrarse con seres humanos de esta categoría. A veces pienso que son de otro planeta. Son tan raros y extraños.

La soberbia es arrogancia. Dios condena en su palabra a los altivos de corazón. No perdonó a Lucifer que se reveló contra él, cuando quiso hacerse igual a Dios. Su hermosura lo llevó a la arrogancia. Es por tal razón que Dios lo destronó y lo destituyó. Repito, Dios no comparte su gloria con nadie.

Cuando el ser humano tiene ínfulas de grandezas se jacta así mismo. Cree que todo lo que ha conseguido ha sido solamente por esfuerzos propios. ¡Qué error tan grande! Si algo tenemos se lo debemos a Dios que nos ha dado las fuerzas y la sabiduría para lograrlo.

Mi oración a Dios es “que no me dañe ni dañe a los demás”. Admiro a las personas sencillas y me gusta estar con ellos. Me incomoda el que se siente grande porque en mi corazón nunca cabrá porque donde no hay lugar para mi Dios, tampoco habrá espacio para esa persona en mi corazón. Claro, se trata de educar, convencer y llevar la palabra de Dios, pero si al final, ellos no la aceptan…nada puedo hacer por ayudar a dichas personas. Tengo que desecharlos. Las malas costumbres pueden hasta dañarnos si no estamos a la vanguardia y atentos para evitarlo.

Por: Nancy Vélez

Carmenjoan.blogspot.com dijo...

Hola: Yolanda

HUMILDAD & SOBERBIA

La humildad es una virtud que se adquiere con el transcurso de la vida. Pero te quisiera comentar que la humildad es una característica que la gente confunde ya que piensa que la humildad se refleja por lo que proyecta la persona o por su apariencia personal. Para darte un ejemplo (Madre Teresa de Calcuta VS La Princesa Diana) ambas son humildes pero la apariencia de Madre Teresa de Calcuta es sumamente distinta a la de Lady Di, y aun así considero que ambas eran mujeres buenas, humildes, compasivas y serviciales.

Cuando una persona es humilde lo demuestra con su forma de manifestar su pensar, la manera en la que resuelven sus circunstancias de la vida, son transparentes y denotan su carácter al expresar sus sentimientos hacia los demás y no presumen por sus bienes. Entiendo que las personas que son presumidas lo hacen por llamar la atención y no son tan felices como quizás quieran aparentar, hasta podría decir que a veces ni siquiera tienen lo que dicen poseer. También podría ser que tengan bienes materiales pero darían todo por tener un gesto de amor de sus seres queridos. Además siempre digo que las personas la mayoría de las veces obtienen lo que siembran, y luego se quejan de sus cosechas. Según se trate a los demás así te trataran a ti. Me dio gusto leer los salmos que citaste ya que con ellos esta completamente evidenciado que la humildad fue uno de los mandatos de Dios. La soberbia hay que desecharla porque no es buena. Lo que esta escrito en el libro sagrado (La Biblia) se debe cumplir por amor a Dios, ya que la persona que tiene soberbia esta apartándose de Dios por ese pecado que no la conducirá hacia nada positivo.

Yolanda es importante que aunque nos demos cuenta de la soberbia que las personas demuestran en nuestro diario vivir tú y yo nos preocupemos y hagamos la diferencia; porque cuando uno o más se reúnen para un mismo fin los propósitos que Dios tiene preparados se pueden ver a través de los cambios o milagros y esto solo puede hacerlo Dios.

Carmen Joan