jueves, 1 de marzo de 2007

Así son las cosas...

Esta sección surge de la necesidad de expresar nuestras reflexiones en relación a las cosas que suceden en nuestra realidad actual. Situaciones muchas veces frustrantes en un sistema "democrático", que más me parecen a mí una anarquía. ¿Qué te parece esto?, destituyen a una jueza de su cargo por utilizar sus influencias. En mi opinión esto es una acción completamente hipócrita, pues todo el mundo alguna vez en la vida hace uso de esta manera de actuar. Vivimos en una sociedad en la que aquella persona más influyente es la más solicitada por todos, de lo contrario, puedes pasarte la vida en el anonimato. Lo siento por ella, quizás los albores de un instinto maternal le nublaron el conocimiento ético en el cual se sostiene su profesión. Por otro lado, hablando de todo un poco ¿qué piensas son las opciones de los educadores en el DE, a la luz de las nuevas cartas circulares?...

6 comentarios:

Cirilo Toro Vargas dijo...

Desde la aparición del ser humano sobre la faz de la tierra la dicotomía entre bien y mal ha constituido un aspecto esencial e importante de nuestras sociedades. Diferentes sociedad han establecido cánones diversos para establecer y regir lo que constituye un acto ético y aceptable en el comportamiento de las personas.

Puerto Rico no es la excepción a la regla. Los medios de comunicación permiten que cualquier acto antiético se dé a la publicidad con mayor rapidez. Décadas antes de boom tecnológico también existían situaciones antiéticas, pero se difundía menos o tardaban más en llegar a los medios de comunicación. Pareciera, pues, que la corrupción es cosa de nuestros días. Nada más lejos de la verdad. Con sólo pensar en el caso de Catilina, el senador corrupto de la época del Imperio Romano, y Cicerón, orador y senador romano contemporáneo del primero, me hallo ante la ineludible verdad de que la corrupción siempre ha existido.

La cuestión consiste en qué hacemos nosotros para eludir o aceptar nuestro compromiso ético. El que todo el mundo haga algo no lo convierte en bueno o malo. Simplemente se establece una costumbre con relación a eso en particular. La moralidad recae en lo que nuestra sociedad haya determinado oficialmente como legal y ético. Los gobiernos y los movimientos religiosos continuamente disputan la posesión de la verdad y se creen dueños absolutos de la verdad.

Existen aspectos intrínsecamente malos como matar y hacerse dueño de lo ajeno. Aprovechar las influencias políticas y de poder para beneficiar a uno mismo y a otros, aun cuando en sí presenta un grado de moralidad, es también un aspecto regido por las disposiciones oficiales que lo convierten en un delito. La necesidad de establecer controles que rijan sobre el comportamiento humano obliga a los gobiernos a promulgar leyes. Estas no siempre son de agrado del ciudadano.

Decía Eugenio María de Hostos, educador puertorriqueño: "Y vivamos la moral, que es lo que hace falta". Resulta tan vigente en el siglo 19 como en el 21.

Dr. Cirilo Toro Vargas

Maggie dijo...

Triste pero cierto todo lo que ocurre no solo en Puerto Rico sino además en el mundo entero. Si es cierto pero no nos podemos quedar ahí esperando una barita mágica que haga que todo esto cambie, pues a través de los tiempos siempre ha existido estos problemas. Para mi tu eres autor de tu propio camino y aun pasando lo que pase en mi alrededor o debo caminar con otro ritmo y actitudes para no permitirme nunca caer y ser parte de todo esto. Debo ser y hacer la diferencia por mí y por esos jóvenes que a diario pasan por nuestros salones que no podemos seguir sembrándoles la desesperanza sino la esperanza.

Naty dijo...

Tenemos que aceptar las cosas que pasan a nuestro alrededor. Nosotros a veces tendemos a no darle importancia a los problemas o situaciones y debemos de tratar de mejorar o arreglarlos para que las cosas funcionen.

Debemos de aceptar nuestros errores y tratar de arreglarlos o mejorarlos. Estamos viviendo en un mundo que va demasiado de prisa y a veces no nos damos cuenta de lo que puede pasar en el futuro.

Carolina Calzada dijo...

Dios creo al ser humano a su imagen y semejanza y a la misma vez lo creo libre. Es por esta libertad que cometemos muchos de nuestros errores. El ser humano es un ser racional que se supone que pueda distinguir entre los que es el Bien y los que es el Mal.

Dentro de esta disputa eterna de lo que se le llama Bien, entra la ética , un término muy utilizado pero poco empleado. En el comentario se menciona a una jueza que fue destituida por utilizar sus influencias. Realmente no estoy al tanto del porque de la destitución o el por qué se usaron unos poderes brindados para servir al pueblo, pero si la situación fue así, considero que la decisión es acertada ya que desmoraliza y empaña la función de la justicia que debe ser imparcial.

Los humanos tenemos que ser justos, pues Dios es justo y El nos creo a su imagen y semejanza. Nos creó con el propósito de ser los justicieros dentro de la creación, pero si seguimos un camino equivocado por obtener un beneficio personal nos encontramos lejos del propósito de nuestra creación.

Por otro lado la pregunta sobre las nuevas cartas circulares del Departamento, el problema recae en que actualmente los maestros están en un estado de comodidad tan alto, que han olvidado el inicio de la profesión. El ser maestro no significa que se tiene que cumplir con unas horas de trabajo para que se nos pague en dinero y poder subsistir en una sociedad enferma por el capitalismo y el estrés.

La profesión de maestro surge con el propósito de forjar la sociedad que queremos tener en un futuro y para lograrlo se necesita esfuerzo, dedicación y vocación. No se puede pensar solamente en uno ni en lo difícil que se hará el trabajo. Si el trabajo fuera fácil, sería aburrido, vacío y sin propósito.

Los maestros tienen que salir de su comodidad para poder enseñar con el ejemplo la sociedad sana y fuerte que queremos para nuestro futuro y el de nuestros estudiantes. Sólo así se podrá ver un cambio real y tangible, un cambio que todos estamos pidiendo a gritos.

Nancy Vélez dijo...

"Así son las cosas..."
Hola Yoly:

Verdaderamente, no creo que se deba recurrir a las influencias en el lugar que Dios nos ha puesto. Creo en la capacidad de cada cual para resolver sus problemas, y cuando yo no puedo resolverlos, voy de rodillas y le digo a mi Dios “he tratado de resolver este asunto, tómalo en tus manos y ayúdame a resolverlo”. Él siempre me ha dado la salida a todas mis situaciones porque he aprendido a consultarle y a depender enteramente de él. Lo que él permita, será lo mejor en mi vida. Si algo no permite, lo acepto como su perfecta voluntad en mi vida, porque anteriormente he orado para que él cumpla su propósito en mí. El hecho de que otros utilicen sus influencias, sé que si a los hombre no le agrada y destituyen de los cargos…¡Cuánto más nuestro Dios!

Por: Nancy Vélez

Carmenjoan.blogspot.com dijo...

ASÍ SON LAS COSAS
Es bueno saber qué tenemos que hacer, ... pero es mejor hacer lo que debemos hacer. Es bueno hacer planes y fijarse un propósito, ... pero es mejor llevarlos a cabo. Es bueno desear el éxito, ... pero es mejor realizar las cosas necesarias para lograrlo. Es bueno hacer promesas,... pero es mejor cumplirlas. Es bueno tener dignidad, ... pero es mejor no pisotear la de otros. Es bueno tenerlo todo, ... pero es mejor compartir con el que no tiene nada. Es bueno saberse amado y comprendido, ... pero es mejor amar y comprender a los demás. Es bueno procurar NO fracasar, ... pero es mejor ayudar al fracasado. Es bueno buscar la verdad, ... pero es mejor hablar siempre con ella. Es bueno tener fe, ... pero es mejor sembrarla en los que aún no conocen a Dios. para reconfortar tu espíritu a través del bienestar de los demás...¡PERO HAZLO YA.... Por que el tiempo pasa!

A veces las cosas no son siempre lo que parecen.
Dos ángeles viajeros se detuvieron a pasar la noche en la cada de una familia rica. La familia era tacaña y se opusieron a que los ángeles pasaran la noche en la habitación para huéspedes de la mansión. En lugar de eso, le dieron un pequeño espacio en el frío sótano de la mansión. Mientras los ángeles hacían su cama en el piso duro, el ángel más viejo vio un hoyo en la pared y lo reparó. Cuando el ángel más joven le preguntó por qué había hecho eso, el ángel viejo le contestó: “Las cosas no son siempre lo que parecen”.
A la mañana siguiente, los ángeles pidieron posada en la casa de un pobre, humilde, pero hospitalario campesino y su esposa. Después de compartir lo poco de comida que les quedaba, el humilde matrimonio dejo dormir a los ángeles en su cama para que descansaran bien y siguieran su jornada. Cuando salió el sol, a la mañana siguiente, los ángeles encontraron al campesino y a su esposa llorando. Su única vaca, cuya leche era la fuente de ingresos para ellos, estaba muerta en el pasto. El ángel joven estaba enfurecido y le preguntó al ángel viejo porque dejo que esto pasara. “El primer hombre lo tenia todo y lo ayudaste, esta segunda familia tenía poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo y tú dejaste que su vaca muriera. “Las cosas no son siempre lo que parecen”. Dijo el ángel viejo. “Cuando estábamos en el sótano de la mansión, noté que había oro guardado en el hoyo de la pared. Como el dueño era tan avaro y nunca estaba dispuesto a compartir su fortuna, sellé la pared para que no lo encontrara. Anoche mientras dormíamos en la cama del campesino, el ángel de la muerte vino por su esposa. Le dije que tomara la vida de la vaca en lugar de la vida de esta buena mujer. “Las cosas no son siempre lo que parecen”. Algunas veces esto es lo que pasa cuando las cosas no nos salen exactamente como las queremos. Si tienes fe en Dios, siempre confía que todos los acontecimientos que suceden son siempre a tu favor. Te darás cuenta de esto un poco después.